OS ANIMO A QUE LE DÉIS AL PLAY (que no sé cómo ponerlo para que salga solo) PARA ESCUCHAR LA MÚSICA MIENTRAS LEÉIS ESTO.
¡Ya era hora que apareciera! ¿no?
Desde que me fuí a Granada no he tenido tiempo para nada. Todo ha ido surgiendo demasiado aprisa: actividades ya programadas (de las que daré cuenta en su momento), trabajo, tareas domésticas, malestares varios, problemillas...
No podía pasar más tiempo sin contaros cómo fue mi experiencia en GASTROTUR 2010, concretamente en el 1er. Encuentro de blogueros y blogueras, celebrado los días 19 y 20 de noviembre pasados. Espero no aburriros demasiado.
Es la primera vez que asisto a uno de estos eventos, y con lo que he vivido, espero y deseo que no sea la última.
La visita a Granada ya suponía para mí un encuentro deseado, porque allí viví más de 11 años; allí nacieron mis hermanas (concretamente en Armilla, donde se encuentra FERMASA, el Palacio de Ferias de Muestras, que acogía esta Feria), y es una ciudad que admiro por su belleza y su historia. Antes de salir, ya tenía ese gusanillo que se siente cuando vuelves a un sitio conocido y querido.
El simple hecho de compartir esto con mis amigas y amigos blogueros, también era un punto a favor para desear que llegara el día. Laurita de
Cocinax2, Reme de
Alsurdelsur, Maribel y Ángel, de
Cocina de Reyes y Rafa, de
Cucharón y paso atrás, al que conoceríamos en el mismo Encuentro.-
Nada más llegar nos estaban esperando para ponernos al día de todas las actividades que nos tenían preparadas, y ahí comencé a trabajar. Digo comencé porque se quedó ahí. Si apuntaba, me perdía detalles de las explicaciones; así es que dejé la escritura para otro momento.
Y allí conocimos en persona a Ana, del blog
Cocinando entre olivos, una parte importantísima de la organización, la que nos atendió desde el principio, la que nos mandó todos los detalles de nuestro viaje, la que nos recibió y nos presentó a nuestros compañeros y compañeras. Yo ya la seguía desde hace tiempo, y fue muy agradable conocerla, como lo fue conocer a Apicius, del blog
La cocina paso a paso, al que tantas veces había leído y disfrutado de sus recetas tan maravillosas, sus menús, y sus aventuras con los inventos, como el de hacer cerveza. Cuando leí este proyecto en el que estaba inmerso, me sorprendió mucho la explicación de cómo hizo la cerveza, paso a paso. ¡Increíble! Un personaje muy admirado.
Comenzamos la visita por la feria, donde pudimos comprobar y degustar algunos de los productos más típicos de la gastronomía granadina.
Entre ellos destacar los mini-piononos (el primer pionono gourmet), pastelitos que acapararon todas las miradas golosas que allí nos acercamos. Para mí fue otra experiencia que me traía recuerdos de la niñez. Gratos recuerdos. Nunca los había probado de ese tamaño, y fue un placer para el paladar, para la vista y para la memoria. Dulce y sabroso, de un intenso sabor, pero a la vez delicado.
¡Si mi madre hubiera estado allí...!
Me he enterado más tarde que estos piononos los pueden mandar a toda España, en cajas de 6 y 12. No me quedaré con las ganas de pedir alguna, en cualquier momento. Dejo el enlace, por si interesa.
piononos gourmet a domicilio
Vinos, aceites con denominación de origen, pasteles, quesos, embutidos..., todos iban llamando nuestra atención por distintos motivos.
Otro de los stands que hizo que nos paráramoos, fue el del chocolate orgániko, donde nos daban a conocer la creación de un obrador de chocolate ubicado en Madrid, elaborando sus propos chocolates a partir de habas de cacao trinitario 100% Biológicas. Según ellos mismos:
"El primer chocolate Bio Hecho de Sueños". Parada obligatoria para adquirir algunas tabletas y probar así esos sabores intensos, ácidos, amargos y afrutados de los que nos hablaban.
Y entonces, después del chocolate, o antes (no recuerdo bien), pasamos por un stand-mostrador con pan de Alfacar. ¡No me lo esperaba! Y de nuevo, mis recuerdos afloraron como si fuera ayer, cuando iba a la tienda todos los días a comprar el pan, pan de alfacar...
Vivo en Málaga, y cuando llegué por primera vez a la panadería de mi barrio, y pedí una barra de pan (pensando en el de todos los días), me preguntaron: ¿de viena, pan blanco, pan integral, piña, baguette, pan de pueblo, pan con semillas, pan chapata, pan cateto?... ¡y yo qué sé cuántas clases más..!
- ¡
Pero, si yo sólo quiero una barra de pan, normalita, para comer...
Este recuerdo me hizo sonreír mientras mordía y sentía en mi boca la textura de este pan, hecho de forma tradicional, con los mejores ingredientes, con "masa madre" cuya fermentación se desarrolla bajo las condiciones naturales de Alfacar y Víznar, el agua de Alfacar, que da nombre al pan.
Desde que vine a Málaga no lo volví a probar, y de eso hace ya más de 25 años.
¡Ya se dice tiempo! Otro deleite para mi paladar, y me repito, para la memoria más grata de otros tiempos vividos, recordando incluso el olor a pan y magdalenas recién hechas que llevábamos a hornear a la tahona de debajo de nuestra casa.Teníamos pan y magdalenas para toda la semana.
Pronto tuvimos que hacer un descanso en la visita, porque nos tenían preparado un aperitivo con productos de Granada: aceitunas, pepinos, tomates, queso, y jamón cortado allí mismo, con una maestría que se te iban los ojos detrás del cuchillo.
En este momento ya comenzamos a conocernos entre nosotros: Apicius, Ana, Helena y Diego, del blog
El capricho de Helena, etc. Nos íbamos presentando, preguntando de qué blog éramos, de dónde veníamos, cómo habíamos llegado hasta allí, quién nos había invitado, cómo había ido nuestro viaje... Un primer contacto muy agradable.
Y de nuevo, una visita rápida aún con el jamón en la boca del estómago, ya que teníamos preparada, a las 4 de la tarde, CATA-MARIDAJE VINOS Y QUESOS DE ANDALUCÍA, dirigida por el sumiller Juan Muñoz, Presidente de ASU&ME.
Las mesas muy bien preparadas. Las copas alineadas de forma elegante. Comenzamos con cavas, luego vinos blancos y finalmente, vinos tintos. Un plato de queso, y cada uno de los 7 trozos, teníamos que probarlo con varios vinos, a ver qué combinación nos gustaba más. Según nos explicó Juan Muñoz, primero había que tomar un traguito de vino, acostumbrar al paladar, y después probar el queso con otro sorbito de vino.
No entiendo mucho de vinos, y cuando terminó la cata, seguí igual. Para mí aquello fue una "macedonia" de vinos. Las copas se iban llenando, con distintas tonalidades de rosas, luego dorados y luego rojos, más fuertes, más claros, más densos... El sumiller se afanaba en mostrarnos cada vino, explicarnos sus características más relevantes, y hacer que lo conociéramos entre otros muchos... 26 vinos en total.
Me hubiera gustado disfrutar más, y conocer más, pero eran demasiados.
Creo que hasta alguno que otro me perdí, porque no podía retener en mi cabeza tanto vino: afrutado, con aroma de madera, con más cuerpo, con sabor a frutas rojas en boca, con toques de hierba mojada... Términos que me son familiares, pero que soy incapaz de repetir con fidelidad.
Al principio, estaba un poco chispaílla, porque los cavas entraban muy bien. Las orejas ya estaban cogiendo un lindo color rojizo, pero paré a tiempo, y me dediqué desde entonces a olerlo, disfrutar de su color, y mojarme los labios.
Otra visita a la feria, para terminar de ver lo que no habíamos visto por la mañana.
No quiero olvidarme de la cata de mangos que tuvimos gracias a El Pedregal
http://www.mangomotril.com/, Una exquisitez.
Eran unos mangos de Motril, muy sabrosos y con mucho aroma. En su punto óptimo de maduración. Hasta ahora han sido los mangos más ricos que he probado. Refrescaban y te apetecía comer otro trozo más.
Seguidamente íbamos a disfrutar de una MASTER CLASS, a cargo del chef Marcos Pedraza, del Restaurante “Ruta del Veleta” de Granada, y Juan Andrés R. Morilla, del restaurante “El Clausstro”, también de Granada.
Eso de las Master Class lo había oido por la radio, en la tele, en periódicos o revistas especializadas; pero nunca había asistido a una de ellas.
Ver en directo cómo trabajan dos grandes chefs, utilizando métodos impensables para mí, fue muy instructivo y enriquecedor.
No me acuerdo muy bien lo que prepararon, pero sí que el resultado me sorprendió.
La clase de Marcos Pedraza a mí me resultó un poco más tediosa, porque todo lo tenía ya preparado con anterioridad, y sólo iba emplatando, dándole los últimos toques… Términos que no conocía, técnicas que no entendía. Me perdía un poco.
Juan Andrés R. Morillas, representante español en el BOCUSE D’OR, tomó el relevo.
Para mí -y esto es una impresión personal-, Juan Andrés R. Morillas transmitió a la perfección su clase. Amenos y espectaculares fueron sus platos. Había que vernos las caras: bocas abiertas, ojos atentos, y expresiones de sorpresa ante el resultado final. Juan Andrés y su ayudante, consiguieron que la hora pasara más rápidamente. Seguía sin entender las técnicas, pero la forma de explicarlo, me decía que aquello era muy fácil, y que cuando llegara a casa, yo podría hacer una de estas aceitunas, o la manzana que hay más abajo. ¡jajajaja, y yo que me lo creí!.
Arriba, una paletilla de cordero, cocinada al horno, a una temperatura concreta, durante mucho tiempo; luego congelada y para trabajar con ella, troceada. Las aceitunas, no son aceitunas. Si no recuerdo mal, una mezcla de queso con una reducción de vino de Pedro Ximénez, y tratadas con nitrógeno líquido. La primera vez que veo trabajar con él en directo. Es muy curioso.
A la derecha, otro plato que resultó espectacular. Una falsa manzana también. Trozos de melón, congelados en un molde semiesférico, unidas ambas partes, y la terminación en forma de manzana se la da el nitrógeno, y un baño de manteca de cacao, con colorante especial. ¡Bueno, así explicado parece muy fácil, pero tiene su técnica, que me encantaría
conocer y manejar, pero que creo que de momento no va a ser posible. Pero la “falsa manzana”, era igual que la auténtica. Mismo color, misma forma, aunque más pequeña.
No dió tiempo ni de cambiarnos de ropa, cuando salimos para la cena programada con antelación, en el Restaurante
"La metáfora". Este restaurante está enclavado en pleno centro de Granada, en el Barrio del Realejo, a donde llegamos en varios taxis, ya que éramos un grupo numeroso. Un cóctel con un nombre precioso: "Sabores en Granada". Segunda oportunidad para reunirnos y conocernos más. Y allí, fue cuando entablamos contacto con María y Carlos, de
guisaillopapa. Este blog no lo conocía, y me ha sorprendido mucho. Los dos, Carlos y María, malagueños, con mucha gracia. Muy simpáticos y sencillos. Yo pasé la noche un poco mal, ya que Carlos es bastante más alto que yo, y de sobra conocéis que no paso del metro y medio, con lo que, cada vez que le hablaba, mi cuello se estiraba todo lo que podía.También hablamos con Begoña, que es de Nerja, y tiene un blog también muy chulo,
Las recetas de Marichu, Lola que tiene una página web
Lola en la cocina, y otra Lola, de Almería, que su blog se llama
AJOBLANCO.
¡Cuánta gente encantadora!
Estábamos muy cansados, y sólo hice unas cuantas fotos del menú que nos sirvieron; aunque lo peor de todo, es que fue de pie, y nos turnábamos para descansar en las pocas sillas que habían.
Al hotel llegamos tarde, ya de madrugada, y estábamos muy cansados. Una jornada intensa.
SÁBADO, 20 DE NOVIEMBRE:
El sábado fue más intenso aún, si cabe, ya que desde bien temprano nos reunimos para coger un autobús, que nos llevaría a nuestra ruta gastronómica. Charlas y risas fue la tónica del inicio de este viaje. Un paisaje de Granada, que dió paso a olivos y más olivos....
Primera parada, visita a la bodega "
PAGO DE ALMARAES", adscrita a la Denominación de Origen Protegida Vino de Calidad de Granada, situada en Benalúa de Guadix.
Esto se encuentra en el Norte de Granada, donde hay viñedos de variedades tempranillo, cabernet Sauvignon, Syrah; Moscatel, etc..
Una bodega e instalaciones muy modernas, que lleva en el mercado pocos años, y que en estos últimos ha visto cómo incrementaban su demanda, a pesar de la crisis.
Allí, Javier, el dueño, nos fue explicando con detalle la historia de la bodega, la elaboración de los vinos, materiales utilizados, etc...
Ha participado en varias certámenes y concursos, obteniendo premios en muchos de ellos.
Después fuimos invitados a tomar un aperitivo con queso, aceitunas, acompañados de un buen vino. Muy amable.
De camino a la siguiente actividad, se hizo el silencio en el autobús. Caimos como moscas. El cansancio se apoderó de todos tras el aperitivo, el vinito..., y el viaje se hizo más corto.
Alguien aprovechó la circunstancia para entretenerse haciéndonos fotos. ¿quién sería?.
Continuamos nuestro viaje hacia la almazara de aceite, "CONDE DE BENALÚA". El tiempo empeoró y la lluvia ya era nuestra compañera de viaje.
La Cooperativa San Sebastián se fundó en 1954 con muy pocos socios. Ahora cuenta con más de 1.800 socios.
El objetivo principal es la elaboración y comercialización de un aceite de oliva virgen extra de variedad picual, característico de los MOntes Orientales de Granada. Presenta un potente sabor amargo y un agradable picor. Para ello se está potenciando los aspectos que diferencia este aceite de otros.
Durante la feria, se presentó el aceite
AMARGA Y PICA. Este aceite nos sorprendió desde el momento que lo vimos en la Feria. Una etiqueta impactante. La cara de Juan Andrés R. Morilla (que en ese momento no sabíamos quién era), con esa expresión que pone uno cuando prueba algo amargo. ¡está chulo! Luego no es tanto. Amarga, sí, un poco, pero es agradable. Es un aceite denso. De esos que cuando se calientan crecen. El color verde es muy llamativo. Verde, como la hierba. Es de aceituna picual, el primer aceite que sale. Es auténticamente, el zumo de la aceituna. Quienes sepan de catas de aceite, dirán más características de él. Pero es un aceite que gusta. La botella que me traje ya está vacía. Con un buen trozo de pan, para desayunar, es un placer para el paladar, para la vista, para el olfato...
El frío y el cansancio estaban haciendo mella, y el personal tuvo mucha paciencia con nosotros, y nos explicó, sin aburrimos, cómo fue el proceso de elaboración y creación de ese aceite de color verde, que tanto llamó nuestra atención durante la feria. En la mesa estaban representantes de la cooperativa, junto a Juan Andrés R. Morillas, que está colaborando en este proyecto.
Nos invitaron a conocer por dentro la almazara, los materiales utilizados e incluso vimos cómo salía el aceite. Nunca lo había visto antes, y me sorprendió. Estuvimos en la sala de envasado y ya había muchos palés preparados para ser enviado para su venta.
Después, y para templar un poco los cuerpos, nos ofrecieron un almuerzo bajo unas carpas instaladas para tal efecto. Almuerzo que nos supo a gloria, por el frío, el hambre y el cansancio.
Este almuerzo fue elaborado por Juan Andrés R. Morilla, reconocido y prestigioso profesional a nivel internacional. Es el campeón de España de cocineros.
Otro momento más para conocernos entre nosotros, para saber más, para apuntar las direcciones de los blogs, para compartir truquillos, para recordar aquel u otro comentario que hicimos una vez a uno de esos blogs.
Mientras saboreábamos aperitivos fríos, el agua se colaba por la carpa, y el suelo cada vez estaba más frío. Pero entramos en calor con un caldito calentito, que dió paso a los aperitivos calientes, a los fritos. Este caldito nos supo a gloria bendita.
El tiempo apremiaba, pero ninguno se quería ir, y el personal que nos atendía nos traía bandejas que teníamos que rechazar. Allí tuve la oportunidad de conocer más de cerca Juan Andrés R. Morilla, que ya habíamos visto la tarde anterior en la master class, y nos había recibido en la bodega para explicarnos el proyecto puesto en marcha. ¡y aquí una foto con él. A ver si se me pega algo de su sabiduría!
Todo lo que nos trajeron, estaba delicioso, de auténtico lujo.
Terminamos nuestra visita en la tienda, donde compramos algunos productos, y nos regalaron una bolsa con información y muestras de este maravilloso aceite, aunque más de uno, y después de probarlo, quisiéramos ir de nuevo para cargar con más botellas.
El autobús nos esperaba para llevarnos de nuevo a la feria, donde nos esperaban más actividades, entre ellas una Mesa Redonda : "BLOGGERS, ¿PLATOS DE TEMPORADA O INGREDIENTE BÁSICO? ( MODA PASAJERA O HAN LLEGADO PARA QUEDARSE).
Mi grupo, el grupo de Málaga, se despistó, no encontramos el sitio donde se celebraba y no pudimos asistir. ¡Fue una pena, porque parece que estuvo interesante, hubo algún que otro debate!
Nada más terminar, quedamos de nuevo en la puerta de la feria, donde el autobús nos llevaría a visitar El Albaicín y una parte del Sacromonte. No pudimos hacerla porque había problemas de tráfico, calles cortadas por manifestaciones, etc. Así es que nos dirigimos directamente a una de las cuevas del Sacromonte,
Los tarantos, donde nos ofrecieron un espectáculo flamenco, bajo la atenta mirada de un grupo de japoneses, que se apiñaban deseando estar ellos allí. Fue una media hora muy agradable.
Nunca había estado en una de estas cuevas, o al menos que yo recuerde. Me gustó la experiencia. Corta y sencilla. Pero como dice el refrán: "Si lo bueno, breve, dos veces bueno".
Después, a pocos metros de allí, nos acercamos al mirador de San Nicolás, en el Albaicín, uno de los sitios más bellos de Granada. ¡qué imagen más bonita!: La Alhambra.
Dicen que en este lugar se ven los atardeceres más bellos de España. Yo lo compartíría con los atardeceres en Sanlúcar de Barrameda.
La verdad es que es un sitio encantador y mágico a la vez.
¡Me quedé embobada contemplando la Alhambra, de noche, iluminada...! Cuántos domingos he paseado por sus rincones. ¡Cuántas historias contadas por Salam y Riak, los inquilinos que mis padres tenían cuando vivíamos en Granada; de esas piedras, de su historia, de sus costumbres!
Y mirándola, observándola, una entiende cómo Boabdil lloraba por perder este paraíso.
La leyenda cuenta que Boabdil, último rey nazarí que hubo en Granada, tuvo que entregar la ciudad a los Reyes Católicos tras la conquista. Al marcharse y pasar por la colina donde se divisaba
la Alhambra, echó la vista atrás y comenzó a llorar. Entonces, su madre le dijo aquella frase que ha quedado para la historia:
“Llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre”. Dicen que su espíritu pasea por
la Alhambra. La canción es de los Puntos, pero yo la escuchaba por Medina Azahara.
NO pude resistirme, y de mi garganta, más mal que bien, salieron las notas de la canción:
"Dicen que es verdad, que su alma está encantada por perder un día Granada y que lloraba.
Cuando el sol se va, se le escucha hablar, paseando su amargura por la Alhambra,
recordando y llorando por Granada."
A mi voz se unió la voz de Pedro, el marido de Lola, de Cartagena, y cuya página web se llama
Lola en la cocina, y los dos, entusiasmados, entonamos esa vieja canción, que a mí, al menos, me volvía a traer más recuerdos. Y más, y muchos más... Casi un momento mágico, que no quería dejar de sentir.
Fue divertido y bonito.
Tras este momento de sueño, nos dirigimos al restaurante
San Nicolás. Cuando atraviesas la puerta no sospechas lo que te vas a encontrar.
Este restaurante se encuentra en pleno corazón del Albaycín y con unas impresionantes vistas a La Alhambra. Un lugar único y privilegiado, donde también se deleita el paladar con unos platos riquísimos, y un ambiente elegante. Aromas, sabores, colores que embriaga a quien allí se acerca. Una velada inolvidable.
El restaurante fue el broche de oro para tan intensísima jornada. El cansancio se olvidó por completo. En la maleta se quedó mi vestido de florecitas, que había echado para la cena, y mis botas marrones, y el maquillaje que quería ponerme para reanimar este rostro cansado.
Y todo fue una sucesión de buenas vibraciones. más risas, más buen rollo... El camarero, Andrés, creo que se llama, se asustó cuando entró por primera vez con un aperitivo bien presentado. Como si de un famoso famosísimo se tratara, comenzaron a salir flash de todas partes. Una foto por aquí, otra por allí....
YA al final, él mismo, cuando entraba, lo hacía con las palabras: ¿foto, foto!, y allí que íbamos con la cámara cargada, buscando la mejor instantánea de los platos, para luego presentarlos como se merecen en nuestros espacios... Risas y más risas, charlas animadas, conversaciones distendidas... El fin de semana gastronómico llegaba a su fin, y queríamos estirarlo como fuera, ni cansancio, ni ojeras...
El restaurante me resultaba encantador. Miraras donde miraras había un rincón decorado con muy buen gusto.
Y los aperitivos que nos pusieron, además de una presentación exquisita, de sabor estaban de "escándalo".
FINAL: Quiero agradecer a
Maribel y Ángel su compañía. Ha sido un viaje muy divertido con ellos, que siempre están riendo, que siempre están haciendo trastadas. Ese Ángel, que nos sorprendió a varios de nosotros dormidos en el autobús. ¡Sí, él era, ese ser travieso y juguetón que nos pilló de esa guisa y no dudó ni un minuto en inmortalizarnos! ¡qué horror! ¡Esas fotos las quiero clausuradas, YA! Pero la venganza, dicen, se sirve en plato frío, y luego lo pillamos a él. ¡Carita de ángel, que tenía, encima!
Y a
Rafa, al que no conocíamos, y que desde el principio conectó con nosotros como si nos conociéramos de más tiempo: simpático, educado, agradable en el trato y la conversación... buena gente, como dicen por aquí.
Y mi
Laurita y Pedro, una pareja encantadora, que disfrutaron de todo al máximo, no perdiendo detalle de cada plato, de cada clase, de cada momento. ¡Qué os voy a decir de mi Laurita, si ya la conocéis! Que es un encanto.
Y
Reme, ufff qué contar de ella, mi compañera de habitación. Y con muchas cosas en común. Muy agradable su compañía. ¡Reirnos, nos reimos de lo lindo!
Y aunque fue un placer conocerlos a todos, siempre te quedas con la gente con la que has tratado más: Helena y Diego, de Pamplona; que sí, que soy muy pesada, que también tienen un blog,
El capricho de helena, que sé que soy muy pesada, pero es que me lo pasé muy bien con ellos. Fueron encantadores, una pareja que, en términos gastronómicos, nos dejó muy buen sabor de boca. Agradables, simpáticos,y muy buena gente también.
Y
CArlos y María, que ya os he comentado anteriormente; y Begoña, y Ana de, y Lola, y Pedro, mi cantante favorito, que en el restaurante también nos arrancamos con alguna cancioncilla más. Mª José y su hija Mª del Mar, con un blog recién estrenado,
En el horno de mi abuela. Y no quiero olvidarme tampoco de Karmela, del blog
Perrunilla, que también acaba de crearse hace poquito, y que no debéis dejar de visitar, y Mavi, otra encantadora bloguera, con un blog también nuevo, donde el paso a paso nos enseña cómo hacer esas comidas tan ricas que tiene,
Cociditodemivida. ¡Ay, qué nombre más apetitoso!
Alejandra
Cocina con encanto, un blog con muchas noticias gastronómicas, y que está muy al día en las redes sociales. ¡Ana, de
Cocina con Ana, que no me olvido de tí, que tenemos una visita pendiente a tu tienda de verduras, por si no la conocéis, visitad
La mejor verdura. Y
Rafa Prades, con un blog gastronómico también muy interesante, una página web con unas fotos impresionantes. Y Trini, de
Choconata, otra sevillana salerosa. ¡Ay, que me perdone quien no aparezca aquí! Y El cocinero fiel , ¿no lo conocéis?¡ay, pero si es un hacha en esto de los videos... A ver, aquí os dejo el enlace.
El cocinero Fiel. ¿a que ya sabéis quién es? ¡Pues claro!
¡Ah, y que no se me olvide Carlos, que tiene un blog de cocina vegetariana.
Vegetalytal. No dejéis de visitarlo. Yo creo que era la única persona vegetariana que fue al Encuentro, y en la cena del sábado le prepararon para él unos platos vegetarianos, que tenían una pinta exquisita. Una persona también encantadora, que nada más llegar nos regaló una chapita de su blog, para que no nos olvidáramos de él. ¡Pues no, Carlos, no me olvidaré! Y tu blog lo visitaré a menudo, que me encantan las verduras.
Y por supuestísimo, y en primer y último lugar, a GRANADA, Armilla por acogernos, a los organizadores de la Feria, y a Ana Gutiérrez,
Cocinando entre olivos, la mejor, la más guapa, la más simpática, la más trabajadora, la más buena.... ¡ay, Ana, qué pelotilla soy! jajaja, pero es verdad. Fue un verdadero placer conocerte en persona. Espero que hayas descansado y estés orgullosa de lo que has hecho.
Anécdotas:
Este viaje ha sido una terapia para mía. Los dos días me los pasé riéndome de mí misma, de mis despistes; y riendo con mis compañeros de viaje, porque se generaban momentos divertidos. Ha sido un grupo estupendo.
Yo iba muy preocupada por mis despistes. Pensaba que ya estaba perdiendo la cabeza ( ¡que no digo que no!). Pero en este viaje me he dado que cuenta que no soy yo sóla. Que hay más gente así. Y eso me tranquiliza.
Por ejemplo. Llegamos el primer día al hotel, y nos dan la tarjeta para entrar a la habitación. Reme y yo nos dirigimos con nuestras maletas por el pasillo, con moqueta de colores verdes, ¿.o eran azules? ¡que no me acuerdo!
Vamos comprobando los números. La nuestra es el 25. Llegamos a la habitación. Dejamos las maletas en el suelo, y meto la tarjeta en la ranura. No se abre. Reme me comenta: -"
sácala". La saco. De nuevo: -"
métela". La meto. La puerta no se abre. Con una luz en rojo. Vuelvo a sacar la tarjeta. Vuelvo a meter la tarjeta: ¡mete, saca, mete, saca! Yo le decía que no había que sacarla, que se ponía verde y se abría... Las dos mirando la tarjeta y dándole al manillar de la puerta, y eso no se movia. De pronto se nos ocurre mirar el número de la habitación... ¡vale, era el 24, y nuestra habitación era la 25! ¡jajajajajjaja, lo que nos tuvimos que reir! Y ya fue una sucesión de risas, carcajadas, miradas cómplices, sonrisas.... ¡vaya viaje divertido!
Ese mismo día por la noche llegamos al hotel, y pedimos unas toallas (sólo habían puesto la mitad). Serían casi las 2 de la madrugada. Estábamos cansadas después de todo un día de actividades. Agotadas, demacradas y con ojeras. Nos dan unas toallas que tenían en el mostrador, y yo las cojo bajo el hombro. Todo el pasillo con las toallas hasta llegar a la habitación. ¡qué glamour! jajajajjaja. La gente venía de algún concierto y nos miraba extrañados. ¿qué les pasará a esta gente, que vienen con esta pinta, con las toallas bajo el brazo y "descojoándose de risa"?
¡Y lo que nos faltaba! Juntarnos con toda esta gente maravillosa que nos volvían a arrancar sonrisas.
Realmente ha sido un fin de semana maravilloso, que nunca olvidaré.
Gracias
Ana. Gracias por acordarte de mí, por mandarme ese mensajito largo a mi blog, por trabajar tanto, por tu cariño. Por todo. Por estos momentos tan agradables, por estos ratos en que todo se olvida, en que el mundo se para, el día a día desaparece, y estás inmerso en otro mundo, en otras historias, en intereses compartidos, de tantos sitios, de ciudades distantes, con tantos kilómetros por medio, pero las mismas ganas de compartir, de vivir.
¡Y ya está! ¡ufff, me ha costado un montón, pero al final lo terminé! Nos vemos ya mismo con recetas.
Besos.