Tengo otra vez la panificadora. He hecho pan francés, y está muy rico. He tenido que congelarlo troceado, porque tenía pan en casa.
No me he comprado una panificadora. Laurita no se ha ido otra vez de vacaciones. Y no se la he pedido porque la haya echado de menos (que sí, que la he echado de menos, pero no quiero dejarla a ella sin su pani). Pero por poquitas la dejo, a la fuerza, sin ella.
Hace pocos días vino a recogerla, acompañada de una tarta que me hizo para mi cumpleaños. Una tarta preciosa que dentro de poco publicará (no quiero poner la foto hasta que no lo haga ella). Pues ese día la recogió, y hoy, cuando ha ido a hacer pan, se ha encontrado que no funcionaba. ¡Horror!
Me llamó y me sentí muy mal. Conscientemente no había pasado nada. No había forzado nada. Pero...
Manolo fue a recogerla y la ha mirado.
Al final era una piececita, muy pequeñita, muy pequeñita, que estaba en la base de la cubeta y se había roto, y eso hacía que no pudiera encajar bien, y no se movía.
Esta piececita, que es muy fina, estaba rota. Supongo que al meter la cubeta dentro del recipiente, por cualquier movimiento se rompería, y no me daría cuenta, porque ni se forzó, ni me costó trabajo, ni oí nada.
Manolo fue a la Cruz de Humilladero, donde hay una ferretería muy buena que se llama Castillo y allí compró dos piezas muy parecidas, una más fina que otra.
La colocó en el mismo sitio y funciona perfectamente.
Enseño la foto con la otra pieza colocada.
Esa pieza dorada que rodea a la pieza central es la que sustituye a la que se rompió. He hecho pan para probar si funcionaba y lo hace a la perfección.
Yo estaba pensando ya en comprarle una panificadora nueva a Laurita, aunque tendría que hacerlo en otro comercio, ya que donde ella la compró no hay ahora mismo.
Bueno, y después de esto, me he refugiado de nuevo en la cocina, y me he consolado haciendo un pollo frito al romero, que dejo la receta a continuación:
Ingredientes:
- Un pollo cortado en trocitos,
- Una cucharada de romero picado,
- Un calabacín,
- dos huevos,
- 150 gramos de harina,
- Un limón,
- Una clara de huevo,
- Un vasito de pan rallado,
- Aceite de oliva para freír,
- Sal y pimienta.
- Limpia el pollo y quita la piel,
- Bate los huevos con el zumo de medio limón, el romero, sal y pimienta,
- Añade los trozos de pollo y deja macerar unos 20 minutos,
- Bate tres cucharadas de aceite, la harina, una taza de agua tibia y una pizca de sal, hasta conseguir una pasta homogénea. Si está muy clara, añade un poco más de harina,
- Deja reposar una media hora,
- Escurre los trozos de pollo y pásalos por el pan rallado y fríelos en el aceite bien caliente, dando la vuelta varias veces para que se frían bien por dentro,
- Limpia el calabacín y corta en tiras,
- Bate la clara a punto de nieve clara y mezcla con la pasta preparada anteriormente,
- Introduce las tiras de calabacín en ella y fríelas en la sartén con aceite caliente, hasta que estén doradas,
- Sirve el pollo con los calabacines calientes.
Menos mal que se pudo arreglar la panificadora, qué apuro!
ResponderEliminarY qué bueno te ha quedado este pollo, aunque también se podrá hacer con las pechugas fileteadas, así se freirá más rápido.
Besos.
Pues sí, con las pechugas saldrá más rápido, pero a mí me gusta más con el muslo, sobremuslo, las alitas... ummm, qué rico... Y no se queda crudo por dentro. Salieron perfectas todas las tajadas, y ese sabor a romero tan rico...
ResponderEliminarMenos mal, sí.
Besitos.
Mari menos mal que al final no quedo en nada ,pero el apuro que pasaste no te lo quita nadie de encima
ResponderEliminarEl pollito tiene que estar de vicio,seguro que estaba bien crujiente como a mi me gusta
Un besito
Loli
No sé por qué me salté esta entrada explicando tu susto jajajaja Disfrútala ya arreglada hasta que pueda llegarme a por ella.
ResponderEliminarEres de lo que no hay...
Menos mal que hubo solución!!
ResponderEliminarLas pechuguitas riquisimas...
Besitos grandes.