Se acerca el tiempo de las sardinas, ese pescado azul de agua salada que tanto me gusta comer en verano, en espetos. Ese pescado que en casa es casi imposible hacer, si lo asas, porque lo llena todo de un olor desagradable. Ahora, si lo tomamos en el campo, o cerca de la playa, ese olor no sólo no nos desagrada, sino que nos invita a sentarnos y tomarnos unas cuantas sardinas, acompañadas de una cerveza fresquita. ¿A que sí? El verano sin las sardinas (aquí en Málaga, y en otros lugares) no sería igual. Mientras llega ese momento, dejo aquí una receta sencilla pero que da muy buen resultado.
Ingredientes:
- 500 gramos de sardinas muy frescas y más bien pequeñas,
- Aceite de oliva virgen extra, de la variedad picual. Ahora estoy usando el aceite de Bética de Aceite, y estoy muy contenta con el sabor que aporta a cada plato que preparo.Ese color verde dorado, y ese sabor fuerte afrutado. ¿Y lo mejor que tiene? Que es de confianza, y sé los beneficios que aporta a nuestro organismo. Cantidad? Aceite suficiente para cubrir las sardinas, y que no apelmacen.
- Dos limones,
- Dos o tres guindillas,
- Un poco de sal.
- Primero tienes que limpiar las sardinas, lavándolas bajo el grifo y limpiando las escamas que tenga. Descabeza y quita las tripas. Seca un poco con papel de cocina y ponlas en una fuente.
- Lava y seca los limones, y corta en rodajas muy finas.
- En una sartén, calienta el aceite a fuego suave con las rodajas de limón y las guindillas.
- Cuando esté el aceite muy caliente, aparta del fuego.
- Vierte inmediatamente sobre las sardinas, y remueve la fuente para que se empapen bien todas las sardinas.
- Deja enfriar y sirve las sardinas con una tostada de pan.
LA SARDINA: La abundancia de vitamina B6, presente en la sardina y también conocida como piridoxina hace que este alimento sea muy recomendable en casos de diabetes, depresión y asma. Además, la vitamina B6 este pescado ayuda a prevenir enfermedades cardiacas, puede reducir los síntomas del tunel carpiano e incluso puede ayudar en la lucha contra el cancer
Las mujeres embarazadas o los bebés en estado de lactancia, pueden beneficiarse de los efectos beneficiosos de este pescado ya que la sardina tiene una alta cantidad de vitamina B12, también conocida como cobalamina. El consumo de este pescado también puede ayudar a personas con problemas estomacales gracias a su alta cantidad de vitamina B12.
Su alta cantidad de vitamina D de la sardina hace que el consumo de este pescado sea recomendable para fortalecer la piel y los huesos. Además, el consumo de alimentos con vitamina D ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer.