Estaba esperando el momento apropiado para
escribir esta entrada.
La más difícil, la que más trabajo me cuesta
escribir, pero la que más necesito.
Y creo que ahora mismo ha llegado el momento.
400 Seguidores!!! Si es que no me lo puedo creer.
Qué número más redondo y más gordito.
Muchas gracias en primer lugar. Muchísimas
gracias de todo corazón. Y para quienes no se visualizan, pero están ahí, que
son muchos, que lo sé. Gracias.
Pero aprovechando este número tan bonito, no voy
a celebrarlo con un concurso, ni con una tarta, ni nada por el estilo. Las
celebraciones las dejo para otro momento.
Hoy quiero disculparme públicamente ante una
persona.
En realidad, ante mucha más gente, que confió en
mí,
En septiembre del año pasado celebré que había
llegado a tener 200 seguidores, y yo , que soy muy impulsiva, y me hizo mucha
ilusión, quise regalar algo bonito y hecho por mí. Realicé mi concurso y salió
Teresa como ganadora.
El premio era un calendario de pared, que ya
había realizado el año anterior, y que había quedado muy bonito.
Y un día por una cosa, otro día por otra... las
navidades, el primero de año, el trabajo, estrés...
No tengo excusas. En realidad comencé mal, porque
no tenía muy claro cómo iba a hacerlo, qué fotos meter, etc... Eso comenzó
atrasando el trabajo.
Que pasó el tiempo, que lo empecé a hacer, que no
me gustaba, que luego lo envié de prisa y corriendo porque me moría de la
vergüenza, que llegó mal (por mi culpa)... Miles de excusas.
Que me monté en el mes de abril, y para qué el
calendario, si ya no sirve para nada.
He esperado el momento, como he dicho
anteriormente, y hoy, a la misma vez que mi entrada, sale un regalito para
ella, con algo hecho por mí y alguna cosita más. Que no suple en ningún caso el
regalo prometido. Que espero que para este año esté realizado, ya que lo
prometido es deuda.
Supongo que tendré que hacerlo en breve, para que
esté antes de final de año, que si no me pasará igual. Y no quiero eso.
Últimamente he tenido despistes, olvidos. No me
centro. se me van las cosas de la cabeza. Me olvido de detalles, de cumpleaños
(que nunca antes me había pasado) y miles de cosas más.
El tiempo pasa volando. No me doy cuenta, y
cuando acuerdo, ha pasado más tiempo del que esperaba.
No es excusa, vuelvo a repetir. La culpa es mía,
toda mía.
Espero que Teresa no me lo tenga en cuenta, que
sepa perdonar y aceptar mi regalo, hasta que llegue el que le corresponde.
Hace ya unos días que estoy intentando poner
orden en mi vida, e ir cerrando todo lo que me he dejado pendiente. Y esto era
lo que más me dolía y avergonzaba.
Así es que, MIS DISCULPAS PÚBLICAS A Teresa, y
gracias una vez más por su paciencia.
Ésta va a ser mi forma de celebrarlo.
NOTA: son las 9'20 de la noche. Acabo de llegar de correos y ya he hecho el envío. Por pocas no llego. La caja comprada desde hace más de un mes. Empiezo a preparar las cosas. Cuatro días esperando a terminar de hacer la mermelada de nísperos (que al final he dejado en casa, ¡desastre total!), a comprar una tarjeta para mandársela a Teresa, escribirla, comprar papel de pompitas.... Al final lo meto todo en la caja, y tengo que abrirla de nuevo, cerrarla bien. Todo preparado. Me tengo que ir a ver a mi sobrina bailar (eso salió así de pronto, y ¡menos mal!, porque ha sido un deleite para los sentidos). Cuando llego, empiezo a correr para llegar a tiempo. Cierro la caja, la abro, lo saco todo, la vuelvo a cerrar, y se me olvida meter la tarjeta. Eso lo pude solucionar en el momento. La mermelada me he dado cuenta a la vuelta.
Salgo corriendo. Me quedan 10 minutos antes de cerrar. Los pelos revueltos, la camisa torcida, y la rebeca al revés (cosa normal en mí). Si es que las prisas son malas consejeras. Pero tenía que hacerlo hoy, si no tenía que esperar a la semana siguiente, y no quería dejar pasar más tiempo, que me conozco, y soy capaz de dejarla aquí hasta el año que viene. ¡Enfín! Todo está resuelto por fin. Espero que le guste.
Besitos y a pasar buen día.
Le doy a PUBLICAR ENTRADA.