Con tantas maestras como tengo a mi alrededor, mis amigas y blogueras del grupo PIPIRRANA, y aún no me había decidido a hacer pan a mano, totalmente a mano.
Mi panificadora es compañera inseparable para estos menesteres, y me da muy buen resultado. Hago unos panes muy, muy ricos, y ¡tan fácil!.-
Pero ayer mi amiga Laurita publicó otro de sus panes en el blog. Un pan cateto sencillo, y las explicaciones muy claritas. Un paso a paso perfecto para quienes no sabemos mucho de hacer pan a mano, o no queremos saber, porque más fácil, ¡imposible!
Después de leer sus explicaciones, tan claritas, no me pude resistir, y pensé que sería un buen día para empezar a amasar. No sé si fue un gran día, porque calor hacía para reventar. ¡vaya veranito! Vine de la calle esta tarde-noche, y a la ducha enterita.
Pero no me asustó ponerme "MANOS A LA MASA", nunca mejor dicho.
Como no tengo remedio, introduje dos cambios de nada.
Ingredientes: - 300 gramos de harina de fuerza,
- 100 gramos de harina integral de espelta (aún me quedaba del último pedido de harinas a El Amasadero, mi proveedor de harinas).
- 200 gramos de agua a temperatura ambiente (por lo menos aquí en Málaga, y en un día como ayer que hacía calor para dar y regalar). Si hace frío, se puede templar un poco.
- 20 gramos de cerveza (esto es opcional, me dió por ahí, Yo pensaba que mi maestra, Laura, cuando se lo dijera, me iba a decir que era una borracha. Pero ¡no, me dijo que podría haber echado todo el líquido de cerveza, y así sería un PAN DE CERVEZA. Lo tendré en cuenta para otra ocasión, jajajaj.) Si no quieres echarle, pues ponle los 225 gramos de agua.
- 8 gramos de sal,
- 5 gramos de levadura seca de panadería o 15 g. de levadura fresca.
- Un puñado de copos de avena.
- Pesa todos los ingredientes y disuelve la levadura en el agua. (hasta aquí muy bien)
- En un cuenco grande pon la harina y echa poco a poco el agua y ve mezclando hasta que la harina haya absorbido todo el líquido. (al principio es una masa muy pegajosa. Intentaba quitarme masa de una mano, y se me pegaba a la otra. Y volvía a quitarme la masa de la otra mano, y se me volvía a pegar en la primera, jajaj. Un ratito estuvimos mis manos y yo peleándonos con la masa, jaja).
- Añade la sal e integra todo. Saca la masa del cuenco y en una superficie enharinada, empieza a amasar, hasta que quede lisa y elástica. Yo calculo que estuve unos 15 mintuos, según me dijo Laura. Aunque sí es verdad que más o menos se puede saber cuándo está lista. (Una de las mejores partes de la elaboración del pan. Ahí estaba yo toda ilusionada, amasando, ¡venga dale, venga! Yo me veía ya como una auténtica panadera.... !dale, dale! paraba de vez en cuando, que mis cervicales no andan muy bien, y reconozco que al no estar acostumbrada, me dolían un poco.Pero poca cosa.)
- Pinta un cuenco limpio con aceite, que sea grande, y pon en él la masa. Tapa el cuenco con un paño de algodón húmedo y deja así hasta que la masa fermente, una hora y media aprox. Si hace mucha calor y si no, una media hora más tarde. Doblará su volumen.(¡Y tanto que lo dobló!, jajaj. Aquello subió y se hizo una bola grande. Hundía el dedo y se quedaba marcado, ¡qué chuli!, jejejejejje)
- Saca la masa y vuvelve a amasar un poco. (Qué chuli, lo más bonito). Echa la semilla elegida. Dale forma redondeada o alargada, según tus gustos. Espolvorea con un poco de harina por encima. (Yo eché un poco de harina en un colador, y espolvoreé. Lo ví una vez en la tele, y me pareció muy profesional. Así mi pan parecería más de pueblo, ¿no?).
- Con un cuchillo bien afilado, hazle unos cortes muy rápidos, sin hundir el cuchillo. A esto se le llama greñar.
- Pon papel de horno en la bandeja del mismo y sobre él, la bola de masa. Tapa con un paño húmedo y deja que fermente por segunda vez, hasta que vuelva a doblar el volumen. (Me fui a comprar y cuando volví, había subido espectacularmente. Y hasta olía muy bien).
- Precalienta el horno a 240º. Con un spray de agua, pulveriza el horno por dentro unas cuantas veces. Mete la bandeja con el pan y deja unos 10 minutos.
- Baja la temperatura a 200º y deja que se haga durante una hora (60 minutos).
- Y saca con mucho cuidado. Listo para que se enfríe y poder consumir. Déjalo sobre una rejilla. (¡ay, ay, qué bonito!, no me lo podía creer. ¡MI PANNNNNN!)
- Con aceite de oliva virgen extra, coupage (que no me queda más de las otras variedades) de Betica de Aceite, un manjar exquisito, y sano.
¡ay, por favor, animaros a hacerlo quienes aún no se han atrevido a preparar pan en casa! Que yo creía que no sería capaz, que no merecía la pena, que lo dejaría para la gente más joven... pero qué equivocada estaba! ha sido una experiencia maravillosa, única. He disfrutado. Ver cómo leva la masa así, tan mágicamente. Es eso, MAGIA. y luego en el horno, el olorcito que salía por la rendija del horno, ummm.
Creo que no será la última vez, no, no....
Ah, al día siguiente, el pan está mucho más rico.