Esta receta de langostinos es la prueba de que se puede mezclar el estilo de nuestra casa con los toques vibrantes de Asia. La cúrcuma, el jengibre y la leche de coco se unen en una salsa cremosa y dorada que es pura magia. No tienes que ser un chef para conseguir esta textura sedosa y envolvente. Es la típica receta de 'quedar como una reina o un rey' con muy poco esfuerzo, que te anima a jugar con las especias sin temor. ¡Atrévete a probarla, porque el miedo a lo diferente se queda fuera de esta cocina, ya lo sabes!
Esta receta es para 2 personas y utiliza ingredientes comunes para crear una salsa vibrante y sedosa sin necesidad de nata.

