25 ago 2009

CHOTO AL HORNO

No me he ido de vacaciones. Estoy por aquí. Pero han sido dos meses de mucho ajetreo. En el trabajo, durante el mes de julio; y en casa, el mes de agosto.

Laura ha cantado en el Centro Civico, y en Canillas de Aceituno (Málaga) y ahora cantará en Mollina, para un concurso, a primeros de septiembre; y en el Borge, para el día de la Pasa (el 20 de septiembre). Con todo esto tenemos muchas cosas que hacer: fotografías, vídeos, montajes, preparación de vestuario, etc.. etc.. Durante la semana de Feria (la de Málaga) también hemos estado viendo a Cinthya, mi sobrina, que ha estado bailando en el XXVI Certamen de Baile Regional Ciudad de Málaga. Ha sido espectacular. Llegará lejos, porque es muy buena.
Ayer llegó Carlos de Jaén, y trajo dos patas de choto, que le dieron los padres de Luisa.
No he esperado mucho, y lo he puesto al horno, de una manera sencilla, pero el resultado ha sido exquisito. Una carne tierna y sabrosa. Un sabor y una textura que me traía recuerdos de muchos años atrás, de mi tierra, de Jaén. Muchas gracias a la familia de Luisa.
Ingredientes:
  • Dos patas de choto
  • una rama de tomillo fresco,
  • dos cucharadas de aceite de oliva,
  • un trozo de manteca de cerdo (blanca),
  • tres dientes de ajo,
  • tres manzanas,
  • la piel de una naranja,
  • un vasito de vino dulce
Preparación:
  • Unta el choto la manteca y los ajos machacados,
  • Ponlos en una fuente de horno, con la piel hacia abajo, y riega con unos hilillos de aceite.
  • Desmenuza el tomillo por encima y tapa con papel vegetal (papel de horno),
  • Pon el horno a 180º y deja unas dos horas.
  • Dale la vuelta a las piezas del choto, y gratina unos minutos.
  • Ralla las manzanas, y ponlas en una sartén con la piel de naranja, y el vaso del vino´
  • Deja hacer a fuego lento unos diez minutos, removiendo de vez en cuando.
  • Sirve el choto con la crema de manzanas.
Nota: Según una amplia variedad de estudios realizados, se ha llegado a la conclusión que la carne caprina es naturalmente dietética e hipocalórica. Tiene menos grasa que la carne de pollo y que las otras carnes rojas que se consumen normalmente. Es una carne saludable y ecológica, que se ha criado en plena campiña.