la combinación de sabores de esta receta, tienes que probarla, es perfecta para cualquier ocasión, y una auténtica delicia, y lo mejor de todo, si tienes los ingredientes, tardas nada y menos en hacerla.
Sin extendernos, vamos a ponernos manos a la obra:
Ingredientes (4 personas): Una bolsa de espinacas baby o espinacas frescas troceadas
- 200 g de fresas
- 1 puñado de piñones
- 1 cucharada de semillas de chia
- Queso blanco tierno, feta, rulo de cabra, mozarella...
- Para la vinagreta: 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, vinagre balsámico, 1 cucharadita de miel, sal y pimienta.
- Opcional, nueces peladas.
Preparación:
- En una sartén tuesta ligeramente los piñones, pero mucho cuidado y a fuego muy suave, que de momento se tuestan demasiado y amargan. REtira y deja enfriar.
- En un cuenco grande o fuente, echa las espinacas con el queso que utilices en pequeños trozos.
- Añade las fresas lavadas y troceadas, y los pìñones.
- En un recpiente peuqeño mezcla el aceite con el vinagre balsámico, la miel, sal y pimiento y mezcla bien.
- Rocía la ensalada con ella y distribúyela para que coja bien el sabor.
- Espolvorea la ensalada con las semillas de chía y con nueces, si es tu caso.
Esta receta es mucho más que una simple mezcla de ingredientes: es una comida completa que te nutre desde la cabeza a los pies. Cada uno de sus componentes clave trabaja en conjunto para ofrecerte una serie de beneficios impresionantes.
Antioxidantes por doquier. Las espinacas y las fresas son una fuente fantástica de antioxidantes. Estos compuestos son esenciales porque combaten los radicales libres en tu cuerpo, lo que ayuda a prevenir el envejecimiento celular y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Corazón contento. El aceite de oliva virgen extra, las nueces y los piñones son ricos en grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Estas grasas son conocidas por su capacidad para cuidar tu salud cardiovascular, reducir el colesterol "malo" y mantener tu corazón en óptimas condiciones.
Energía y vitalidad. El queso aporta proteínas de alta calidad, que son cruciales para construir y reparar tejidos, mantener la masa muscular y darte energía sostenida. La combinación de proteínas, grasas y carbohidratos de las frutas te mantendrá saciado y con energía durante más tiempo.
Digestión en marcha. Las espinacas, las fresas y las semillas de chía son una fuente increíble de fibra. La fibra es clave para una digestión saludable, previene el estreñimiento y ayuda a mantener un microbioma intestinal equilibrado. Además, la fibra te hace sentir lleno, lo que puede ayudarte a controlar tu peso.
Un refuerzo para tus huesos. Las espinacas y el queso son excelentes fuentes de calcio, un mineral vital para la salud de tus huesos y dientes. Consumir suficiente calcio es fundamental para prevenir la osteoporosis y mantener una estructura ósea fuerte a lo largo de los años.
Omega-3 concentrados. Las semillas de chía son un superalimento por sí solas, famosas por su alto contenido de ácidos grasos omega-3, que contribuyen a reducir la inflamación y a mejorar la función cerebral.
En resumen, esta ensalada no solo es deliciosa, sino que también es una opción nutritiva que beneficia tu corazón, tu digestión, tus huesos y te llena de vitalidad.
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