5 mar 2012

GALLETAS DE CHOCOLATE. Un encargo que me supo a Gloria.

El día 28 de febrero, día de Andalucía, fui a Sevilla a ver a mi hijo, aprovechando una reunión de blogueros y blogueras de cocina de toda Andalucía.
Cuando mi hijo se enteró que iba, me pidió que le llevara galletas. ..Y hasta aquí puedo contar.
Soy madre de dos hijos y una hija. Carlos fue el primero en nacer. Lo hizo cuando yo tenía 24 años recién cumplidos, y para mí era el regalo más bonito que la vida me podría hacer. Y así fue también cuando nació Laura y el pequeño, Manuel,que ya tiene 17 años.
Desde pequeña había sentido la necesidad de ser madre. Lo sentía así, y me sentía realizada.
Desde ese primer día, aquel 2 de agosto de 1986, la vida, mi vida giró alrededor de él y de sus dos hermanos.
Cualquier cosa que hacía, iba relacionado con ellos.
Las salidas, las reuniones entre amigos, las actividades, todo estaba hecho con ellos y para ellos. Entré en  el AMPA del colegio para realizar actividades que a mí me reultaran satisfactorias (como hacer teatro, preparar fiestas, la música...) para estar con ellos. Fue una bonita experiencia.
Con esto no quiero decir que no haya hecho otra cosa, o que haya estado permanentemente pendiente de ellos. Lo he estado, pero también dejándole su espacio, poco a poco, con naturalidad, conforme lo iban solicitando. Pero mientras me han necesitado, he estado cerca, todo lo cerca que he podido y que he sabido.
Pero los años pasan muy rápido, y Carlos se marcha a estudiar fuera.
Su marcha me costó una enfermedad. No podía estar tantos días sin verlo,  acostándome todas las noches, y viendo una cama vacía;  o llevando un zumo de naranja menos por las mañanas. O enterándome que había esto enfermo, y yo no había estado ahí, por si necesitaba algo.
Fue como si me arrancaran un trozo de mí. Creo que eso pasa la primera vez. Y me pasó con él.
Tanto, tanto, que Carlos me daba un toque todas las noches cuando llegaba a su piso después de la Universidad. Y una noche que no me dió el toque, fue la noche más larga de todas. Lo llamé, le mandé mensajes por internet...¡nada! Daba paseos de un lado a otro del pasillo, sin querer preocuparme, pero más nerviosa que un flan. No quería pensar que hubiera pasado algo malo, entendía que se le habría olvidado, pero el llamarlo y no cotestar, me tenía mosca.
Manolo, su padre, al verme así, quiso salir hacia SEvilla para ver qué había pasado. Pero no lo dejé, porque serían dos preocupaciones en vez de una.
Hice algo que ahora la pienso, y me tengo que reír, por no llorar. Llamé a la policía local de Sevilla a ver si había habido algún accidente. Le expliqué a la policía, una mujer por cierto, desde el principio, lo que me pasaba, que sabía que sería muy exagerada, que era mi primer hijo, que él siempre me llamaba, que sabía que no había pasado nada malo porque de las noticias malas nos enteramos pronto..., pero que estaba preocupada, y me quedaría más tranquila si todo estaba bien en Sevilla. Ella fue muy amable y entendíó mi preocupación, y me tranquilizó: No había pasado nada. A los pocos minutos, Carlos se puso en contacto conmigo, y me dijo que había estado mal y no había ido a clase, con lo cual se le había olvidado darme el toque.
Creo que esa noche lo ví todo claro, y desde entonces comprendí que eso era así, por mucho que me doliera.
Poco a poco fui acostumbrándome, y a veces, ahora, paso días sin hablar con él, y no tengo esa desazón. Sé que está bien. Como dice una amiga mía: "Los pueblos felices no tienen historia". (Si no hay noticias, es que todo va bien).
Verlo ahora con 25 años, terminando ya la carrera, y tan mayor, me enorgullece, y me preocupa, a la vez, como a todas las madres y padres con sus hijos ante una vida que no sabemos qué les ofrecerá. Pero eso es otra historia.
El caso es que, cuando Carlos me pidió dos días antes de ir a Sevilla, que le hiciera galletas -sé que es una tontería, pero fue así- me dio mucha alegría. Era la primera vez que iba a verlo en este curso, y a este piso. Le llevaba unas fiambreras con comida, un bizcocho, y naranjas de zumo del campo.
Pero cuando me pidió las galletas, me hizo mucha ilusión. No sé qué nos pasa a las madres, que cuando nuestros hijos mayores, que están fuera, nos piden algo, nos derretimos. No entiendo muy bien este sentimiento. Es contradictorio. Es más trabajo para nosotras, es otra tarea que aunque se haga con gusto, nos quita tiempo y energía. Sin embargo, yo era más feliz que una perdiz... ¡Mi hijo me había pedido que le llevara galletas! jajaj, fíjate qué tontería y qué bien me sentía.
Después de tantos años fuera, después de tan mayor, y seguía necesitando a su madre. Ufff, por momentos volví a sentir que era pequeño...


Me puse a hacer galletas como una loca, dos tardes enteras. Eso y más cosas, ¡claro!. No vayáis a pensar que llené la casa de galletas que sólo hice eso... ,que no. ¡Ah, y lo mejor de todo, es que hacía más de dos meses que mi horno no funcionaba, y Manolo me lo arregló un día antes! La pieza no había llegado, y lo hizo a tiempo.
Las primeras que hice fueron unas de chocolate de una receta que tenía  de no sé cuánto tiempo por ahí dando vueltas. Una vez apareció en un cajón, la guardé en un libro... Luego apareció en el libro, la guardé en otro cajón. Luego en una estantería, luego en un mueble... Al final volvió a aparecer en otro cajón distinto, y llegó a la cocina, donde la cogí y ni lo pensé: las hice. Pues ahora resulta que a Carlos le han gustado mucho. ¡Y es que estaban muy ricas! Aquí os dejo la receta, por si alguien quiere hacerlas. Que perdone quien se sienta identificado con ellas, porque no sé de quién es. Seguro que la apunté cuando aún pensaba que las recetas en internet las metían unos cocineros por las noches... No sé si la cogí de la radio, o de una revista... Gracias de quien sea, porque son un éxito.
GALLETAS DE CHOCOLATE
Ingredientes
  • 125 gramos de harina,
  • 50 gramos de mantequilla,
  • 100 gramos de azúcar,
  • 3 cucharadas de cacao en polvo,
  • Un huevo,
  • Media cucharadita de azúcar avainillada,
  • una pizca de sal.
Preparación:
  1. Separa la clara de la  yema del huevo, y bate la clara casi a punto de nieve. Reserva.
  2. Mientras echa la harina en un bol y mezcla con el cacao en polvo, y las dos clases de azúcar,
  3. Bate la yema con la mantequilla ablandada y lo unes con la harina, cacao y azúcar.
  4. Amasa y añade la clara batida a punto de nieve y la pizca de sal.
  5. Mezcla bien para que la masa quede lisa, sin grumos.
  6. Mete en el frigorífico, mientras preparas la bandeja del horno y recoges lo que ya no te sirva.
  7. Deja la masa una media hora, saca del frigorífico, y amasa con un rodillo hasta dejar la masa ni demasiado gruesa, ni demasiado fina.
  8. Corta con los cortadores, y coloca en una bandeja de horno.
  9. Precalienta el horno a 180º, durante diez minutos.
  10. Mete las galletas y hornea durante 15 minutos.
  11. Coloca en una rejilla hasta que se enfríen.

Hice más galletas con la otra receta: GALLETAS DE MANTEQUILLA
Y jugué con ambas masas, hice mezclas, adorné con diferentes motivos. Algunas de ellas les puse chocolate blanco por encima, que anteriormente le había puesto transfer. Estas galletas también gustaron mucho.
Dejo fotos con los moldes utilizados.


 
 Algunas masas las coloreé para que las galletas salieran de colores.

26 comentarios:

cocinar y salir dijo...

Son galletas o son objetos de decoración ???
Cada vez que miro tu blog y observo esta galletas que tu nos haces me digo, un día las voy a preparar yo. Como veo lo que tú haces, siempre me voy atrás. Como puedo yo hacer una cosa tan rica y bien presentada ?

Un abrazo MªAngeles.

Oliva dijo...

Que rica se ven, pero si dan pena comersela de lo bonita que estan, besos

decocinasytacones dijo...

Yo también te entiendo. Mi niña se fué a hacer la carrera a Londres con 17 años y ya no ha vuelto a casa, entre Londres, Paris y Madrid(que es donde trabaja) ya no la tengo conmigo siempre, pero jamás hamos dejado de hablar (igual que tu) aunque sea para decirme: "Amá que hoy ceno fuera". También tiene 25 años como tu hijo. Y mi pequeño (que tiene 21, ya lleva 2 años en Pamplona pero viene todos los fines de semana aunque también hablo con el), se lleva todos los domingos la comida de la semana así que ¡YO TAMBIÉN LE HUBIERA HECHO ESAS GALLETAS TAN IDEALES QUE LE HAS HECHO TU!. Somos madres y no es solamente un título. Felicita a tu hijo por tenerte. Un besazo
Marialuisa

Ladykath dijo...

Tienen una pinta estupenda.
Besitos!
Ladykath
http://mis-dulces-pecados.blogspot.com/

Sílvia A. dijo...

Las galletas buenisimas pero ya temo el dia en que mi hija se vaya a estudiar y eso que me faltan dos años!

Cocidito de mi vida - Mavi dijo...

¡Madre mia! ¡Pero si has puesto una fábrica de galletas! Espero que tu hijo tenga compañeros de piso, porque si no no va a poder con esa cantidad de galletas.
Te han quedado preciosas.
Tomo nota de la recetilla.
¡Muchos besos!

María dijo...

Pues claro que te entiendo, no te voy a entender!!!! Pechá de galletas no??? a cual mas ricaaaaa

Mª Ángeles Sánchez dijo...

jajaj, Las galletas duraron nada y menos... Los compañeros de mi hijo llegaron dos días después y as compartieron.
Pero es que en casa dejé, que mi hija había invitado también a sus amigos a comer ese día, y también dieron buen uso de ells. No sobraron nada. En dos días, liquidadas.
Si es que estaban muy ricas.

Recevitos dijo...

Que bonito lo que acabo de leer y que orgullosos tienen que estar tus hijos de ti, tienen una mamá muy linda.
No me extraña que arrasaran con las galletas si es que gritan: "CÓMEME".
Besitos guapa

Cangrejo Grande dijo...

Que galletas más bonitas y que suerte tienen tus hijos ¡¡¡

Un abrazo.

Vero dijo...

Yo creo que a todas las mamás os pasa eso, y también nos pasará a las demás cuando seamos mamás, mientras me llevo un vestido, que monos! si da penita comerlos!

galleta'Z dijo...

Son preciosas, y tienen una pinta buenísima, como todo lo que tu haces Mari Angeles, y estas encima hechas con un cariño especial debían de estar de rechupete!!!!

Kesito-angeles dijo...

¡Pero que preciosidad Mari Ángeles pero, si las galletas son bonitas... mucho mas ese cariño lleno de sentimientos, eres una madraza de los piés a la cabeza. Cuando yo sea chica, te pido prestada para que me hagas estas cositas !!.
Muak.

Milagros dijo...

Cuando he leído tus angustias porque tu hijo no te ponía el mensaje, me ví a mí misma, como una copia tuya de sentimientos, temores, nervios y pensamientos que ahora me parecen tontos. Pero cómo se sufre por ellos. Luego, se va acostumbrando una, porque sino fuera así enfermaríamos. Pero duele cuando salen del nido, aunque solo sea para estudiar.
Las galletas, como todo lo que haces, una preciosidad y una originalidad únicas, de artista que eres y me imagino que además estarán buenísimas. Un beso

Marta dijo...

¡Qué sustos nos dan los hijos!
Las galletas te quedaron geniales.
Besiots guapa

Dely dijo...

Te entiendo perfectamente, mis hijos aún son pequeños pero cuando me voy dos días fuera los llamo a todas horas, y mi marido siempre me hecha la bronca :-)
Las galletas te han quedado preciosas.
Un besín.

Laura Piñero dijo...

Si es que eres una mami estupenda! Anda que tus hijos tienen alguna queja de ti, si es que haces todo por ellos.

Las galletas tuve el gusot de probarlas, y madre mía si estaban buenas!!!

Un beso grande madraza!

Karmela dijo...

Mari Angeles, estaba esperando que puesieras la receta desde que me dijiste que se las habías traido a tu hijo.
¿Sabes una cosa? Con razón te ha pedido colaborar en un periodico, tienes madera, me encanta leer tus entradas, es como un historieta llevada a la realidad, con muchas de ellas me siento identificada, no dejes de escribir, un besito

Nenalinda dijo...

Un post precioso wapa yo tambien temo el dia que mi peque se vaya fuera a estudiar creo que me va a pasar igual que a ti ,es algo que no se puede evitar pero es ley de vida pues en su dia yo tambien me fui .
Las galletas preciosisimaaaaas me encanran a ver si me hago con unos transfers .
Por cierto me llevo la receta de las galletas de xocolate.
Bicos mil .

Afri & Loli dijo...

Ayyy por favor !!! las preocupaciones de las madres... no te imagino llamando a la policia, pero si es normal que te preocupes de esa forma, a todas las madres les pasa, a la mia ni te cuento.

Ya veo que te diste un buen tute de hacer galletas, cada cual más rica y más bonita.

Eres una madraza !!

Ya le dije eso a mi madre y está tan orgullosa, no si al final te hace una colección jajajaja.

Un beso guapa
Afri

locasita dijo...

Pero qué maravillas, guapa!!!!!!!!!!!! seguro que a cada galleta que se comía tu hijo se sonreía imaginándote con la lengua fuera adornando con mimo y traza cada una de ellas...
Eres una artistaza!!!!

Cocinando Sonrisas dijo...

Pero cuantos miles de galletas has hecho?????? ja,ja,ja Son todas una monada y encima las has decorado de un montón de maneras distintas!!! Cuanto has trabajado... se nota que esas galletas están cargadas de cariño !!! Me parece preciosa la entrada que has escrito !!!

Anónimo dijo...

Los hijos no entendemos esas preocupaciones tan al limute de los padres e incluso llegan a molestar, especialmente en la adolescencia que nos creemos los reyes del mundo. Lo llegamos a entender cuando nosotros mismos somos padres, y aunque creamos q nos relajaremos más, no podremos evitarlo y sera entonces cuando comprenderemos los mal ratos q os hicimos pasar. Tengo 29 años y aun no soy madre pero sé q si algún día lo soy me dare cuenta de todo lo q mi madre ha sentido siempre, y por supuesto, les hare encantada y llena de ilusion galletas tan ricas y bonitas como las tuyas. Un beso mu fuerte. Sonia (málaga).

Las mejores recetas de cocina dijo...

Hola!me ha encantado tu blog. He descubierto esta página www.cazarecetas.com donde puedes subir tus recetas, promocionar tu blog y ganar un dinerillo con ellas. Echale un vistazo a ver si te interesa.
Un saludo!

Toñi Sánchez "Mi Cocina" dijo...

Me siento muy identificada contigo...lo sabes.
Mi hijo Alejandro tiene 30 años, hoy en día vive con su pareja, que es estupenda, el no se fue a estudiar fuera...pero el día que dejó nuestra casa me costó una enfermedad, aún hoy por hoy cada vez que subo a su habitación me dan ganas de llorar; tengo que hablar con él cada dia, ver su twitter y le sigo guardando tupper de lo que a él le gusta.....el sindrome del nido vacío siempre lo tendré.
Las galletas te han salido genial, vamos que te has lucido...lógico y normal, primero porque eres una magnifica repostera, después por ser para quien era.
Un beso y buen fin de semana.

Mª Ángeles Sánchez dijo...

Ay, qué.cosas.dices. Seguro que te salen muy bien. Es sólo tener paciencia