Ingredientes:
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¼ kg. de carne de pollo ya cocida (puede ser de la sobra de un cocido o del pollo asado)
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½ cebolla pequeña
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2 vasos de leche
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4 cucharadas colmadas de harina
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1 loncha de jamón serrano picado
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1 huevo cocido
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un poco de nuez moscada (importante, porque le da un sabor muy rico) 1 poquito de sal, 2 hojas de hierbabuena (opcional)
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2 huevos batidos, harina y pan rallado para rebozar.
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Aceite de oliva virgen extra, abundante para freír.
Preparación:
- Pon al fuego la sartén con el aceite (2 cucharadas), la ½ cebolla picada. Lo doras un poco, a fuego medio suave.
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Echa la harina y remueve muy bien, durante un tiempo para que se vaya tostando un poco, y pierda el sabor a harina cruda.
- Echa la leche templada y remueve, hasta que tengas una masa homogénea y sin grumos.
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Añade el jamón picado, y la carne. Unas hojitas de hierbabuena muy picadas (opcional.
- Salpimenta al gusto y ralla nuez moscada, también al gusto.
- Ve moviendo con una paleta de madera, hasta que la masa se despegue de la sartén, y deja que se enfríe un poco. En este momento puedes añadir el huevo duro picadito y mezcla.
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Cuando la masa esté hecha, se extiende muy bien en una bandeja grande y se deja enfriar. Aproximadamente 1 hora en la nevera y 2 horas fuera.
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Una vez fría, bate los dos huevos, y en un plato grande pones el pan rallado. Cuando tengas la forma hecha, pasa por huevo batido y finalmente por pan rallado.
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Fríe en una sartén honda con bastante aceite caliente, o en una freidora hasta que estén doradas, y listas para comer. No frías muchas croquetas a la vez, porque si no se cuecen y se deshacen. El aceite tiene que estar bastante caliente.
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Las puedes congelar y sacarlas justo antes de freírlas.
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