· Ya sabéis que no soy de Málaga, y cuando llegué aquí y ví estos dulces típicos de la Navidad, reconozco que no me gustaron mucho. Me parecían demasiado empalagosos.
Pero en realidad es que los que había en las pastelerías eran muy grandes, o estaban bañados en miel, que no me gusta demasiado para ciertos productos.
El caso es que cuando los probé caseros, eso ya fue diferente. Y desde entonces, ya los hago en Navidad y me gustan más. También los hago más pequeños, y así se comen de un tirón.
La receta es de mi amiga Reme, receta familiar que con tanto mimo enseña en su blog.
La publico, primero para tenerla más fácilmente localizable, y segundo, porque una amiga a quien ayer enseñé a hacer, y que consulta mi blog, quiere tenerla para hacerlos ella también.
Hacer estos borrachuelos me trae recuerdos, no de mi infancia, sino de otro tiempo pasado que fue muy feliz. Muy reciente, pero muy feliz. Momentos que no volverán, al menos con las personas que me acompañaban. Recuerdos felices, y tristes, como la vida misma.
De momento ayer los viví con mi amiga Rocío, y disfrutamos mucho. ¡Gracias, Rocío , por confiar en mí, una aprendiz más !
D
Ingredientes:
- 375
harina repostería y una pizca de sal
- 125 grs.aceite de oliva virgen extra
- · 40
grs. de vino dulce moscatel
- · 40
grs. de vino blanco seco
- 15 grs. anís
- · 40
grs. zumo naranja
- 35 grs. de azúcar
- ·
1 cucharadita de levadura Royal
- ·
1 cucharadita de anís en grano
- ·
1 cucharadita de sésamo
- ·
1 cucharadita de canela molida
- ·
cáscara de limón y cáscara de naranja
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Aceite de oliva virgen extra suficiente para freir.
Azúcar para rebozar los borrachuelos
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Preparación:
- En una sartén o cazo pon el aceite y la cáscara
de limón y naranja (sólo la parte amarilla o naranja, nunca la parte blanca de
la fruta).
- Cuando estén doradas, aparta del fuego y saca
las cáscaras, y echa el ajonjolí (sésamo) y la matalahúga (anís en grano). Deja
que enfríe.
- En un
bol grande echa la harina y añade los líquidos (zumo y vinos)
- Mezcla con una cuchara de madera y añade el
aceite con las semillas. Y poco a poco, primero con la cuchara y luego a mano,
mezcla.
- Amasa sólo hasta que se desprenda fácilmente de
las paredes del cacharro y de tus manos.
- Tapa con un paño limpio y deja reposar media
hora. No hace falta que esté en frío.
- Estira la masa, o bien con un rodillo o tomando
porciones como una bola y aplastando con la palma de la mano.
-
Corta
con un cortador redondo y pasa el rodillo especial de borrachuelos o con un
tenedor. Debe de quedar una pieza muy fina, pero no demasiado, que si no se te
rompe.
- En el centro puedes poner un poco de cabello de
ángel, o crema de batata cocida, o chocolate… o nada.
- Dobla
la masa por la mitad y une bien los bordes para que al freír no se rompan y se
salga el relleno.
-
Fríe en aceite caliente, pero no demasiado, que
si no se queman por fuera y se quedan crudos por dentro.
-
Saca sobre papel de cocina para absorber el
aceite, y luego reboza en azúcar. Deja enfríar.
Según mi amiga Reme, autora de este receta, el
secreto de una buena fritura del borrachuelo está en la cantidad de aceite que
debe ser abundante para que el borrachuelo quede cubierto, y en la temperatura
que debe ser media, para que se fría bien por dentro.
Si haces mucha cantidad de borrachuelos, llegará
el momento que el aceite se pone muy oscuro. Sácalo y pon aceite nuevo, así
evitas que los últimos borrachuelos se frían en un aceite requemado.
Para
conservarlos, en latas o fiambreras de plástico, y entre capa y capa papel de
cocina y así absorbe el aceite sobrante. Duran varios días,
si no os los coméis
antes.